Hotel URSO, el lugar de un facial europeo

Hotel URSO, el lugar de un facial europeo

le soin noir

Begoña Arce

El destino ideal para tratar la piel en uno de los barrios más conocidos de Madrid, dentro de una fachada que evoca la época renacentista

Aterricé en Madrid un domingo por la mañana, con la piel un poco deshidratada –aunque me puse unos eye patches en el avión–  y claro, el cansancio me acompañó durante todo el día hasta que dieron las 18:00 horas y entraba por la puerta forjada en hierro del Hotel URSO.

Un edificio que su fachada, interiores con tapices y detalles arquitectónicos son perfectos para una estancia única en la capital española, donde en la parte subterránea de este, se encuentra un espacio cubierto en madera donde se escucha de fondo el agua que corre por la alberca, percibes el aroma de los difusores y te rodeas de vitrinas con los mejores productos para el cuidado de la piel, había llegado a mi facial.

El pasillo me dio entrada a la cabina, la cual me encantó simplemente por tener un papel tapiz en dorado que decoraba las paredes y ambientaba el juego de sábanas en color blanco que me esperaba en el centro. Paralela a una cómoda que sostenía la serie de productos Comfort Zone, una marca italiana de alta cosmética –difícil de encontrar en Madrid– la cual ejerce un tratamiento anti edad para pieles sensibles en donde se trabaja la firmeza y líneas de expresión en el rostro.

Seguimos, fueron tres inhalaciones acompañadas de un aceite esencial de naranja para llevar a mi cuerpo a un estado zen completamente delicioso -ese que hace olvidarte de tu alrededor, del caos, de los pendientes…–, comenzó el facial con una limpieza profunda de tres pasos. La primera en crema para evitar que la piel se deshidrate, la segunda en aceite para arrastrar toda la suciedad y la tercera una emulsión con agua para activar las enzimas y retirar toda clase de partículas abrasivas para la piel.

«Déjate llevar por una experiencia única, déjate consentir y déjate sorprender.»

— Begoña Arce

El espacio tiene una constante luz tenue que hace de las suyas para relajar el cuerpo, al igual que la sutil melodía evocando a la naturaleza que te acompaña durante todo el tratamiento, pausó todos mis pensamientos y borro de mi mente que estaba en Madrid.

Para el siguiente paso del facial la piel se encuentra en un estado de máxima absorción, el momento perfecto para aplicar un sérum que calma, rellena y da firmeza a la barrera celular. Después con una base en aceite, mi rostro se cubrió con un mascarilla que se solidifica después de unos minutos creando una especie de efecto invernadero para mantener la hidratación y restaurar la dermis durante este transcurso.

Por último, una crema hidratante penetro la barrera cutánea de mi rostro maniobrando con dos bolas de jade, las cuales hacen un drenaje linfático activando la circulación y eliminando toxinas. Este ritual se extendió al cuello y escote para tratar las zonas –esas a las que siempre se le tiene que aplicar el sobrante de cualquier sérum, crema y por supuesto protector solar–, finalizando con unos minutos de relajación para regresar al presente, a Madrid, y poder redactar esta maravillosa experiencia.

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Sitio Web

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Teléfono

+34 914 44 44 58

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Dirección

Calle de Mejía Lequerica, 8, Madrid.

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Fotografías: L’Beauté.