Son muchos los rumores que corren alrededor del lavado del pelo. Una acción que se aprende desde corta edad y que realizamos de manera seguida, sin embargo puede jugar tanto a favor como en contra de nuestra melena.

Muchas personas lavan el pelo a diario, otras cada dos días y muy pocas una vez a la semana. No importa el número de veces que lo hagas, lo importante es hacerlo de la forma correcta. Para ayudarte y sacarte de dudas, sigue leyendo.

Cada cuánto lavarlo

El mejor indicador para conocer a fondo la salud de tu melena, es cómo se ve. Para saber con qué frecuencia debes lavar el pelo, observa tu cuero cabelludo. Los expertos lo agrupan en tres diferentes tipos: los que sufren descamación, los del pelo seco y los los que tienen más grasa.

¿Tienes residuos blancos en la raíz? Es descamación así que debes lavar el pelo a diario o con frecuencia ya que sólo así se deshacen de las células muertas de la piel y consiguen que las escamas desaparezcan.

Las personas que, en cambio, tengan el pelo seco en exceso y un poco poroso, podrán lavárselo sólo 2 veces por semana. Esta característica indica que su melena es capaz de absorber grandes cantidades de agua y, por lo tanto, al guardarla en su interior consigue mayor peso y consecuentemente, se hebra. Además los aceites naturales del cuero cabelludo ayudan a nutrir el pelo seco de forma natura,

Por otro lado, las personas con cuero cabelludo graso deben lavar el pelo un día sí y uno no, ya que, de hacerlo a diario, acumularían mayor cantidad de grasa. Utiliza un shampoo de limpieza profunda para sentirte más segura.

Los ingredientes que debes evitar si tienes tinte

Someter al pelo a tratamientos químicos, como el tinte y la decoloración, provoca daños. Uno de los más notorios es que le resta humedad, por eso al tocarlo, se siente seco y por lo tanto hay más frizz. Los sulfatos son uno de los ingredientes que debes evitar a toda costa pues tienden a hinchar el tallo del folículo. La solución es usar shampoos suaves sin sulfatos y nunca olvidar el acondicionador.

Productos según cada estación del año

El cambio de temperatura es un factor determinante para el cuidado del pelo. Por ello, hay que usar diferentes productos en invierno que en verano.

En invierno, el pelo suele estar más seco por las bajas temperaturas. Además la calefacción abre las cutículas y elimina la humedad. Lo mejor es elegir un shampoo y un acondicionador con ingredientes humectantes como aceites.

En los meses más calurosos, la grasa tiende a aparecer en mayor medida, por lo que se debe comprar un shampoo que limpie a profundidad las raíces. Si tienen extractos cítricos y hierbas astringentes el resultado será mucho más notorio.

Usa productos según tu textura

Observa ¿Tienes el pelo fino, grueso o medio? Una vez que lo identifiques, es momento de buscar el producto adecuado.

El pelo fino necesita proteína para que tenga más fuerza y volumen. Elige ingredientes como keratina.

El pelo grueso tiende a perder humedad por lo que necesitará productos de gran hidratación e ingredientes antiestáticos.

Si tienes pelo normal, siéntete afortunada pues puedes elegir cualquier shampoo. Solo observa tu cuero cabelludo antes de hacer la selección final.

Cualquiera que sea tu textura, no olvides que las mascarillas y el acondicionador van de medios a puntas únicamente.

La cantidad correcta de producto

Aunque se aplique una gran cantidad de shampoo en la melena, éste no estará más limpio. El tamaño perfecto es aquel que formaría la silueta de una moneda de 10 pesos. La espuma no significa limpieza, así que modera la cantidad.