El protector solar ya es una parte esencial -si no es que la que más- de la rutina de skincare. Hace tiempo que nos empezaron a sensibilizar sobre su importancia no solo en los días de sol y playa, sino todos los días del año, pues contribuye a retrasar el envejecimiento de la piel, la aparición de arrugas y manchas, las líneas de expresión… Pero hay un ritual beauty muy concreto, en el que no se nos había ocurrido usar protección solar y que seguramente tú también hayas descuidado: en manos y pies antes de ir a la sesión mensual o quincenal de mani/pedi.  Más en específico, si eres fan del gel, gelish, shellac o todas esas versiones que implican una lámpara led de por medio, deberías empezar a usar SPF cada vez que te dirijas al salón.

¿Por qué? De por si, las manicuras en gel mal realizadas, pueden ser perjudiciales para tus uñas causando desde fragilidad, descamación y agrietamiento… pero incluso, hay algo de lo que los expertos nos están advirtiendo desde hace tiempo: puede aumentar el riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro de la piel de las manos, por las lámparas de secado. Te contamos más:

Actualmente, existen 3 tipos de lámparas para fijar el esmalte en gel:

• Lámparas UV: Las radiaciones de esta lámpara, pueden afectar al ciclo celular de los fibroblastos y al ADN. Fueron las primeras que salieron al mercado y las que más pueden afectar al fotoenvejecimiento.
• Lámparas LED: Tienen mayor intensidad de radiación, pero el esmalte se seca más rápido; aproximadamente en 45 segundos, siendo el tiempo de radiación menor y el fotoenvejecimiento también.
• Lámparas UV + LED: Combinan ambos tipo de radiación, secan el esmalte en 45 segundos, no producen calor y sirven para todo tipo de esmaltes.

Según los expertos, “nadie ha analizado esas lámparas en profundidad”, pero la luz UV y LED de las lámparas que se usan para el secado rápido del esmalte, son como “mini camas de bronceado” para tus manos, pues incluyen altos niveles de radiación UVA; radiación que ya es sabido, juega un papel importante en el desarrollo del cáncer de piel.

A diferencia de las camas de bronceado, estas lámparas emiten menos radiación UVA, por lo que presentan un riesgo mucho menor de desarrollar cáncer de piel, pero no inexistente. Por ello, los dermatólogos aconsejan que mejor, siempre ir por lo seguro y proteger la piel.

La exposición repetida a estas lámparas también puede envejecer las manos más rápidamente, afectando la piel de forma que se vuelva más delgada, aparezcan arrugas y manchas.

Cómo proteger la piel de tus manos:

1. Aplica en manos y/o pies un protector solar de amplio espectro, que sea resistente al agua y con un SPF 30 como mínimo 30. Así, preparas tu piel y la protegerás ante la radiación ultravioleta utilizada para sellar el esmalte de uñas en gel.
2. Pregunta en tu salón de belleza si la lámpara de secado que usan es de rayos UVA o LED, ya que las segundas afectan menos a tu piel. 
3. Espacia tus manicuras semi permanentes. Resérvalas para ocasiones especiales o vacaciones, para reducir los efectos de la luz en tu piel. 

Recomendación general: la próxima vez que te hagas una manicura en gel, ten en cuenta que te llevará tan solo unos segundos aplicarte SPF en las manos y que ante todo, queremos una piel sana, bonita, y prevenir su envejecimiento.

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