
Necesitas Ácido Hialurónico y (tal vez) no lo sabes
Inmersa en el mundo de belleza por varios años, he podido probar y calificar los efectos de diferentes tratamientos cosméticos. Sin embargo, la aplicación profesional de (AH) se convirtió en un indudable game changer para mí
Un aplauso para el descubrimiento que, sin ser nada nuevo, ha encantado a más de una por sus inigualables resultados. Estoy hablando de la aplicación de ácido hialurónico en un nivel distinto.
Este activo juega un papel fundamental en el cuerpo y en el estado de la piel, ya que su principal objetivo es el de mantener sus niveles de humedad, mismos que se traducen en hidratación, firmeza y elasticidad. Ahora, si el cuerpo lo produce, ¿por qué habríamos de buscarlo en el consultorio de un especialista? La respuesta es bastante simple -y bastante triste también- : La producción de AH disminuye a partir de los 25 años y al llegar a los 50 se reduce en un 50%. En palabras simples, antes de llegar a la tercera década de vida, tenemos que poner manos a la obra.
A pesar de que la industria cosmética ha explotado este componente incluyéndolo en miles de fórmulas tópicas, es un hecho que tu sesión de masajes faciales ascendentes y la aplicación de un suero (ese que presume tener AH en su fórmula), funcionan hasta cierto punto, pero siendo brutalmente honestos, esto no será suficiente para lograr regresar el tiempo en tu piel, sobre todo si ya estás por encima de los 35 años. Pero una jeringa con un par de mililítros, sí.
¿Qué sucede después de los 25 años?
Existe una pérdida en la capacidad de retención de agua, así como un adelgazamiento de la piel y una disminución en la elasticidad de los tejidos. Esto se traduce, literalmente, en la aparición de líneas de expresión, flacidez y pérdida de luminosidad.
¿Cuál es la magia de este componente?
“Básicamente aumenta la capacidad de retención hídrica en la piel, logrando una hidratación profunda y estimulando la formación de colágeno y nuevo AH”, explica uno de los dermatólogos más solicitados en el país, el Dr. Javier Ruiz.
Una cara distinta del AH
Por otro lado, los fillers de AH ofrecen lo mejor de los dos mundos: no solo atraen la humedad e hidratan la piel, sino que reemplazan el volumen perdido y promueven la producción de colágeno. Esto quiere decir que este activo, dependiendo de su manera y zona de aplicación, cumple con más de un cometido. Sí, estamos hablando de los tan sonados rellenos faciales que hoy se relacionan con contrarrestar la pérdida de firmeza y esa incansable búsqueda de armonía en las facciones; situaciones que ya no se limitan a una década en específico, sino a un nivel particular de cuidado.
La densidad del AH obedece a la zona a tratar. “La duración del efecto es de 6 a 8 meses, dependiendo del área anatómica en la que se aplique, la densidad del producto y los factores intrínsecos del paciente”, asegura Ruiz.
- Baja densidad: Se utiliza para arrugas finas y líneas tenues de expresión.
- Media densidad: Es indicado para surco nasogeniano, así como para aportar volumen a los labios y definir el óvalo de la cara.
- Alta densidad: Se emplea como implante temporal para aumentar el volumen de pómulos y mentón.
Aunque para las novatas en procedimientos cosméticos, imaginar un par (o 20) de piquetes pueda ser suficiente para desistir en la misión de una piel perfecta, es necesario decir que los resultados son sorprendentes y el dolor, francamente, no lo es.
Fotografía: Pinterest