Lo que debes saber de las vitaminas más difíciles de aplicar

Lo que debes saber sobre las vitaminas más difíciles de aplicar

Lo que debes saber de las vitaminas más difíciles de aplicar

Lo que debes saber sobre las vitaminas más difíciles de aplicar

le soin noir

Isabel Carus

Es importante conocer bien las vitaminas de la piel para acertar a la hora de aplicarlas.

Ha quedado claro que aunque los cosméticos y tratamientos ayudan, lo que realmente mantiene nuestra piel a flote es la alimentación y las vitaminas y minerales que le ayudan a repararse, regenerarse y mantenerse joven e iluminada.

Por eso es indispensable conocer cuál es la forma correcta de aplicar cada una con el fin de ayudar en vez de perjudicar la piel.

Algunas de las más controversiales son la K, C y F, esto es todo lo que debes saber sobre cada una.

¿Qué es la vitamina K?

Es una vitamina que puede dividirse en dos tipos: K1 y K2. Podemos encontrar la primera en verduras como la col rizada, las espinacas y algunos cereales. La K2 está en productos fermentados, la mantequilla, la yema de huevo, etc. Es importante saber que nuestro intestino también la produce.

Principalmente tiene un poder curativo y antiinflamatorio y, en general, sirve para proteger al organismo, en especial: el corazón, hígado y huesos.

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Modo de aplicación:

Debe ingerirse forzosamente para que actúe de dentro hacia afuera. Su principal beneficio es que repara, por lo que ayuda a cicatrizar más rápido, reforzando la barrera natural de la piel.

Elimina moretones, por eso se cree que podría tener un papel útil a la hora de tratar ojeras. También reduce la inflamación, las rojeces y el acné. Además aporta hidratación.

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Lo que debes saber de las vitaminas más difíciles de aplicar

¿Qué es la vitamina C?

Químicamente se le conoce como ácido ascórbico y, en estado puro, es una molécula muy inestable que se oxida con facilidad y pierde sus propiedades al entrar en contacto con el aire, la luz o el calor. Por eso, la formulación es clave para que sea eficaz en cosmética.

Aplicación y conservación:

Es más recomendable aplicarla por la mañana ya que protege nuestra piel de los factores externos que la agreden a diario como la radiación ultravioleta, la contaminación, el estrés, etc. Después hay que aplicar un protector solar. No hay que olvidar que todos los antioxidantes, y la vitamina C se oxidan, incluso en sus presentaciones más estables, si se exponen al aire o a la luz. Por eso se recomienda utilizar únicamente aquellos que se encuentran en envases opacos, que no dejen pasar la luz, y los ingredientes permanezcan estables una vez abiertos.

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¿Qué es la vitamina F?

La vitamina F se ha hecho una de las claves de la cosmética ya que es capaz de restaurar la barrera natural de la piel, regenerarla, reducir las rojeces y mejorar la luminosidad, además de aportarle hidratación y nutrición. Potencializa los ácidos grasos que ejercen una barrera protectora sobre la tez que conocemos como Omegas.

Los ácidos grasos son grandes aliados para reducir la inflamación celular que causa el envejecimiento por ingerir alimentos ricos en azúcares. Mejoran el sistema cardiovascular y ayudan a proteger la humedad de la piel.

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¿Cómo introducir la vitamina F en la rutina?

La primera forma de hacerlo es por medio de alimentos como el salmón que, al ser rico en Omega 3 lo es también en vitamina F, las semillas de chía o las nueces de macadamia. El Omega 3 ayuda a mejorar el estado de ánimo y la salud cardiovascular, previniendo enfermedades provocadas por el exceso de estrés.

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Fotografías: L’Beauté.

Lo que debes saber de las vitaminas más difíciles de aplicar