
Violette Volynka de Hermès, la última entrega de Christine Nagel

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Violette Volynka de Hermès, la última entrega de Christine Nagel

Inés Abouchard
Violette Volynka es la más reciente adición a la familia olfativa Hermessence de Hermès. Un perfume peculiar realizado a partir de dos componentes puros: el extracto de violeta y la piel “volynka”.
Christine Nagel, perfumista para Hermès, es considerada una pintora de esencias. Sus inicios profesionales dentro de un laboratorio químico hacen de ella una creadora olfativa poco convencional. Gracias a su pasión por el arte, la cocina y por supuesto, la botánica, la mente de Nagel es un almanaque repleto de información y detalles que se ven reflejados en cada uno de sus perfumes. Tal es el caso de Violette Volynka, el nuevo integrante de la colección Hermessence, siendo este último el cuarto firmado bajo la autoría de Christine.
En un tête-à-tête exclusivo para L’Beauté conocimos más acerca de su universo, además de los pormenores e implicaciones detrás de la creación de Violette Volynka.
L’Beauté: ¿Qué detonó tu pasión por la botánica?
Christine Nagel: Buena pregunta. Cuando se es nariz, uno se interesa por la flora y por la naturaleza, ya que es una de las principales fuentes de inspiración para cualquier perfumista. Además de ser perfumista, me encanta jardinería, y con esto no digo que sea muy buena jardinera, sin embargo, me encanta (ríe).
LB: Para ti, ¿dónde radica la importancia de llevar perfume?
CN: Cada ser humano usa perfume por diferentes razones. Algunas personas lo usan para ellos mismos, para enaltecer su personalidad. Por otro lado, hay gente que usa perfume para enviar un mensaje. Es muy cierto que si olemos a las personas en lugar de verlas, podemos aprender mucho más de quienes son a través de su esencia. Poner un olor sobre la piel es un gesto sumamente íntimo. No cualquiera puede percibirlo, es necesario estar muy cerca. Hay gente que utiliza tres o cuatro perfumes a la vez, lo cual creo que puede ser una especie de protección o escudo.
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LB: ¿Qué hace que un determinado aroma se convierta en un toque personal?
CN: Al momento en que el perfume toca la piel se genera una interacción. Cada vez hay más personas que utilizan diversos aromas en capas como “layering”, de tal forma que crean su propia esencia. Hace algunos años yo estaba sumamente en contra de esto, ya que yo pasaba meses en encontrar el balance perfecto de cada perfume y me parecía horrible que lo mezclaran con otros. Hoy en día pienso diferente; creo que hay que darle libertad a la gente para mezclar sus propias esencias como deseen.
Por ejemplo, para la colección Hermessence de Hermès creé precisamente eso, dos aceites puros, uno llamado Cardamusc y otro llamado Musc Pallida sobre los cuales es posible rociar cualquier perfume de Hermès para dar un sello distinto. Esto es algo replicable con los bálsamos y las cremas corporales, porque al implementar dichos productos grasos el aroma se transforma sobre la piel.
LB: ¿Cómo describirías tu savoir-faire? ¿Cómo te convertiste en perfumista?
CN: Es una larga, larga historia. Creo que tardaría al menos tres horas en contarla. Pero lo más importante a recalcar es que cuando descubrí este métier como perfumista profesional yo trabajaba para un laboratorio de investigación, y me dije: “Quiero convertirme en una perfumista profesional”, a lo cual me dijeron que no por ser mujer, porque no era hija de un perfumista y porque no soy de Grasse; yo crecí en el norte de Francia, además de tener un historial de ser química de profesión.
La ironía es que hoy en día en las escuelas de perfumistas las alumnas son mujeres en su mayoría, además de que una de las dos escuelas de perfumistas que existen en París requiere tener al menos dos años de estudios en química antes de poder ingresar.
Tanto quería volverme perfumista profesional que en una ocasión me dieron a oler una fragancia y encontrar la fórmula exacta. Esto es algo sumamente complicado, porque en ese entonces no existían las maquinas que detectan los ingredientes como las hay hoy en día; lo único que podía utilizar era mi nariz. En esa prueba pude identificar la molécula del “limonene”, la cual es un aceite cítrico que no es naranja, limón, bergamota, toronja o mandarina. Además, me pregunté si provenía de California, Sicilia o de Israel. Es como catar vinos. La tierra importa. Y finalmente descifré todos los ingredientes con gran éxito.
Es por ello que tengo un antecedente muy distinto al que los demás perfumistas tenían en aquel entonces, hace 40 años.
LB: ¿Cuál es tu elemento favorito al realizar un perfume? ¿Consideras que es tu elemento característico?
CN: Me gustan todos aquellos materiales que se me resisten y que no son fáciles de conseguir, ya que me retan a hacerlos hablar. Pero si tuviera que elegir una molécula, sería la del “pachuli”, aunque esa no es una razón para incluirla en todos mis perfumes.
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LB: ¿Cuál fue el mayor desafío al crear Violette Volynka?
CN: Hubieron varios. Trabajar en la colección Hermessence es trabajar en la colección más majestuosa de perfumes de Hermès. No podemos olvidar que la firma fue precursora al dar vida a esta colección en 2004, ya que habían muy pocas casas perfumeras que realizaban lo que hoy se conoce como perfumería de nicho y, fue Hermessence quien comenzó a extraer materiales excepcionales en forma de perfume. La primera vez que trabajé en esta colección fue en 2017, a partir de ahí y hasta ahora, había realizado Agar Ebene, Cèdre Sambac, Myrrhe Églantine y los dos aceites (Cardamusc y Musc Pallida). Al crearlos, sentía la necesidad de buscar materiales en crudo, como se hacía a inicios de la perfumería.
Hace un tiempo que he estado trabajando en ciertos materiales que me gustaría adiestrar; tomemos la violeta como ejemplo. Esta flor tiene ciertas especificaciones, como lo es su fragancia, la cual es la esencia más común en los productos de belleza, sin embargo, es imposible de extraer. Uno la tiene que crear desde la memoria. Casualmente, en mi catalogo tengo el absoluto de la hoja de violeta, el cual tiene un aroma muy verde. Fue así que comencé mi investigación y encontré un pequeño pueblo en el sur de Francia llamado Tourrettes-sur-Loup, donde aún una pequeña compañía extrae este elemento.
En otra ocasión, un día estaba en mi oficina y recibí una bolsa de mano llamada Haut à Courroies de Hermès, la cuál está elaborada a partir de piel “volynka”. Cuando la vi me sorprendí demasiado por la perfección de su marroquinería. Dicha pieza está llena de detalles y dobleces, casi como los de una mano. Su olor tan fuerte y característico me dio la pauta para complementar mi siguiente creación olfativa, de modo que necesitaba encontrar un olor igual de cautivante. De repente se me ocurrió mezclar la piel de “volynka” con el extracto de violeta y resultó que ninguno de ambos componentes dominaba al otro, si no que jugaban entre sí, y así fue que nació Violette Volynka.
LB: ¿Cuántos perfumes usas personalmente? ¿Tienes algún favorito?
CN: Yo suelo usar perfume a diario, pero tienes que saber que cuando termino de hacer un perfume, ya no me pertenece. Ustedes son los cuidadores de Violette Volynka, aunque yo le di la vida. Lo que yo utilizo en el día a día es el siguiente jugo, porque tengo que vivir la fragancia antes de presentarla. Si alguna vez nos encontramos en París, acércate a olerme, así sabrás en lo que estoy trabajando (ríe).
LB: ¿Tienes un talento secreto?
CN: Soy muy buena cocinera; mi plato favorito son los gnocchi. Además, me gusta mucho cantar aunque no soy entonada, así que ese definitivamente no es un talento.
LB: Si tuvieras que elegir otra profesión, ¿cuál sería?
CN: Probablemente me gustaría ser doctora. Salvar vidas es algo maravilloso.
LB: ¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo?
CN: Hay un lugar al que fui una vez en las Islas Polinesias. Aún sueño con volver.
LB: ¿Qué te inspira?
CN: Mi principal fuente de inspiración es la historia de Hermès. Hay un campo muy abierto dentro de la maison gracias a la historia detrás de ella; me siento sumamente afortunada de poder acudir a museos y observar los objetos que Émile Hermès coleccionaba o cuando tengo la oportunidad, ir al conservatorio donde se encuentran todas las creaciones de Hermès, empezando por el arnés de caballo, el cual es una fuente de inspiración por sí solo. Aunada está la curiosidad y sensibilidad de ser conmovida por tantas cosas, como lo es degustar un platillo excepcional o ver crecer una flor fuera del campo. Hay un sin fin de detalles que se arraigan en mi cabeza que eventualmente uso como fuente de inspiración.
LB: ¿Qué es lo último que te ha sorprendido?
CN: Hace no mucho tiempo fui a Estados Unidos y tuve la suerte de visitar el museo Noguchi, a quien conocí a través de su trabajo como diseñador de muebles y lámparas, además de su trabajo en papel y bambú. Sin embargo, cuando lo visité en su estudio en Queens, me sorprendió su obra escultórica en mármol. Sobre aquellas suaves esculturas, el artista hizo unos surcos que simulan cristales de sal que me parecieron una dicotomía fantástica.
DESCUBRE: Yours truly, Annie & Devin
Fotografías: Cortesía de la marca.







