El arte del ‘layering’ o aplicar perfume en capas

El arte del ‘layering’

le soin noir

Carla Díaz Katsicas

Súmate a esta tendencia y descubre la fascinación detrás de las infinitas combinaciones que puedes lograr con aromas para reinventar tu propia esencia.

La historia de cada perfume se cuenta a partir de ciertos caracteres predominantes que al sumarse con algunas notas secundarias, forman mezclas únicas. Por ello, todas pertenecen a una categoría de belleza que es como ninguna otra. Además de estar íntimamente ligados a la memoria, cada aroma tiene una interpretación diferente que depende de nuestra química corporal. Con esto podemos afirmar que el decir que esta es la parte más personal de tu rutina diaria, es algo subjetivo. Comprar un nuevo aroma para dar la bienvenida a cada temporada puede parecer más una tarea que divertida pero que puede ser sustituida por una técnica llamada layering.
La clave para dominar el arte del layering es saber qué notas funcionan juntas y cómo mejorarlas sutilmente. Sigue estas claves para conocer tu lado más creativo, que te llevará a lograr combinaciones infinitas.
Las materias primas más potentes como la vainilla, son las más difíciles de aplicar porque dominan al instante sobre otros aromas. Los toques florales como la rosa, te permitirán darle un twist romántico a cualquier fragancia.

Apuesta por mezclas simples.

Las fragancias de una sola nota o las fragancias más ligeras son más fáciles de combinar. Comienza aplicando capas de esencias que están en la misma familia de olores. Algunas de las categorías más conocidas son floral, frutal, cítrico, dulce y  amaderado.

Empieza primero por los aromas predominantes.

Cuando coloques tus fragancias en capas, los más pesados deben rociarse primero para que no dominen a sus homólogos más ligeros. Es posible que debas jugar con diferentes combinaciones para encontrar la que buscas. Si es necesario, empieza con los productos que usas al bañarte y ve aplicando poco a poco los que consideres afines.

Intenta hacer una transición de tu aroma de día a uno para usar en la noche.

Si comienzas el día con esencias florales como freesia o gardenia, mézclalas con notas cálidas como el ámbar y el almizcle para intensificar las fragancias diurnas y convertirlas e intensas.

Espera una hora para descubrir la combinación final

Nunca olvides que los aromas dependen mucho de tu piel. Lo más recomendable es dejarlo que actúe durante una hora o más para conocer el resultado.

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Fotografías vía Pinterest

“Existen perfumes que dejan aroma a recuerdos”.

— Danns Vega

Un poco de historia

Las primeras manifestaciones del perfume datan del año 3.000 a.C. según muestran los jeroglíficos en las tumbas de los antiguos egipcios y de la cultura mesopotánica. También es sabido que los sacerdotes egipcios son los precursores del perfume moderno ya que fueron los primeros en usar resinas aromáticas para disfrazar el olor los sacrificios que hacían como ofrenda. También se piensa que el incienso complacía a los dioses por lo que la mirra y el enebro eran elementos que se quemaban todas las noches para garantizar el regreso del dios del sol, Ra al inframundo. Tiempo después, la leyenda dice que Cleopatra hizo que las velas de los barcos que la transportaban fueran cubiertas con fragancias antes de partir hacia el mar, para que de esta forma se percibiera el olor a su llegada, desde antes de ser vista.

En Roma, el agua de rosas goteaba de las fuentes para demostrar el lujo del imperio mientras que los griegos fueron los primeros en lograr perfumes para usarse sobre la piel. Sin embargo, fue hasta 1760 cuando se fundó la Casa del Credo, lugar en la que la calidad y belleza de sus perfumes capturaron rápidamente la atención de la realeza. En Francia, el rey Luis XIV exigía a sus perfumistas tener un aroma diferente para cada día e ir cambiando según las estaciones del año.

Los ingredientes y su significado

Lo que ha sido una constante a lo largo de la historia del perfume, es el hecho de que siempre ha sido y seguirá siendo sinónimo de lujo y poder. Desde siglos atrás hasta la actualidad, los elementos que hoy son algunas de las notas principales en la perfumería contemporánea como jazmín, sándalo, limón, lirio, madera y miel, siguen siendo casi los mismos.

Si bien los aromas tradicionales han tenido pocos cambios la forma de conseguirlos, hoy por hoy es completamente diferente. Actualmente, las firmas de belleza crean mezclas sintéticas para imitar estos ingredientes, una práctica nacida a finales del siglo XIX, junto con las primeras fragancias de marcas reconocidas que prevalecen hasta el día de hoy.