Es el lugar donde lo nuevo y lo viejo, lo reverente y lo irreverente coexisten, llenando las calles de memorias, cultura, arte y a la vez de pensadores libres. Se dice que es la ciudad que los “Aristopunks” adoptaron. Y ¿quiénes son? Son aquellos que hacen lo ordinario extraordinario; aquellos que están orgullosos de sus raíces y su cultura, que celebran la diversidad y comparten la belleza de ser únicos. 

Como todo destino, esta ciudad tiene un momento del día en la que se cubre de gloria: la hora dorada, o como dicen en su idioma: Roma, all’ora d’oro. Con tan solo imaginar este momento del día, lo podemos oler, sentir en la piel y ver cómo ilumina los paisajes y edificios a nuestro alrededor. Por lo mismo, Valentino toma esta maravilla de la naturaleza y se inspira para crear Coral Fantasy, una familia que es parte de la colección Born in Roma.

De esta misma, surgen dos fragancias: Coral Fantasy Donna y Coral Fantasy Uomo. La primera, su versión femenina, estuvo a cargo de los perfumistas Nadège Le Garlantezec y Jacques Huclier, quienes concibieron, con base en los códigos de la Maison: color, cool, Couture, una fragancia floral y afrutada, con una luminosidad coral y anaranjada. Su concentrado de jazmín real en combinación con la ambreta india, junto con la estela vibrante y cremosa de esencia de cedro de Texas, juntos transmiten toda la sensualidad y personalidad que caracterizan la hora dorada.

Para la segunda, su versión masculina, Valentino Beauty acudió a Nicolas Beaulieu y Jean Christophe Hérault, se inspiraron en el contraste entre la luz y la obscuridad que suceden dentro de la hora dorada, logrando así una fragancia afrutada y oriental, basada también en los códigos de la Maison. Notas frescas de bergamota, el especiado cardamomo y un acorde afrutado de manzana roja, crean una apertura explosiva para el hombre Valentino que irán seguidas del aromático lavandin, notas alcanforadas del corazón de salvia, toques de geranio, tabaco ahumado, pachulí de Bali y vetiver de Haití. Así es como se captura la fuerza y la imponencia de la hora dorada en un solo frasco.

Por supuesto, una fragancia con tanta fuerza y sensualidad, tenía que venir envasada en un frasco forrado de la icónica tachuela de Valentino. Esta misma cubre las curvas de vidrio, formando prismas que capturan y reflejan la luz dorada encapsulada en estas fragancias.