
Lo que no sabías de L’Interdit, el perfume más icónico de Givenchy
Este eau de toilette como lo indica su nombre es una oda a lo prohibido, a lo fascinante del misterio que envuelve la historia detrás de esta fragancia de Givenchy.
El inicio
Todo comenzó hace más de 60 años, cuando el couturier francés Hubert de Givenchy decidió crear un aroma especial para su gran amiga, la icónica actriz Audrey Hepburn. Sin embargo su relación tuvo inicio en 1953, después de que la intérprete logró el éxito con la película Vacaciones en Roma – la cual la convirtió en ganadora del Oscar, BAFTA y Golden Globe entre otros – consiguió el papel en la cinta Sabrina, cuyo personaje se muda a París, por lo que buscó a Hubert para que fuera el modisto encargado de realizar el vestuario. Hubert no la conocía pues aunque ya era famosa en América en Europa no era tan conocida, e inclusive creyó que quien lo había visitado era la otra famosa actriz con el mismo apellido Katherine Hepburn. Aunque al principio se negó pues estaba preparando su colección de invierno, llegaron al acuerdo que algunas de las piezas ya confeccionadas serían parte del vestuario. Tiempo después Audrey incluyó en todos su contratos que Givenchy debería ser el encargo de confeccionar toda la ropa que portada en todas las películas en las que apareciera.
«Solo en sus prendas me siento yo misma. Es mucho más que un couturier, es un creador de personalidad» Audrey Hepburn
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La creación
Cuando comenzó su casa de perfumes, Givenchy creó un aroma que al inicio sería utilizado solamente por Audrey, y al plantearla la idea de comercializarlo ella respondió “Je te l’interdit”, es así como surgió el nombre de esta fragancia. Hepburn fungió como imagen en las campañas de L’Interdit, rompiendo esquemas pues en esa época únicamente las modelos eran fotografiadas para publicidad.
L’Interdit de Givenchy actual
La nueva versión fue creada por tres narices, Dominique Ropion, Anne Flipo y Fanny Bal. Utilizando el poder de la amapola, esta faceta más ligera es igual de adictiva, gracias a la inclusión también de la flor de azahar y nardo, además de vetiver y pachulí. Con inspiración en el frasco de 1957 pero retomando los aires de modernidad actual, el envase tiene ángulos redondeados pero desafía lo imposible sobre la base cuadrada. Proyectando la elegancia y sobriedad característica de la casa de moda.
«Little by little, our friendship grew and with it a confidence in each other. There [was never] any criticism of the other person, no upsets» Hubert de Givenchy
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Fotografías: Pinterest y cortesía de la marca.