La historia de Le Parfum comenzó con el perfumista Francis Kurkdjian, este primer acercamiento catalogado dentro de la familia floral chipre y presentada hace ocho años, se transformó en Le Parfum in White, una segunda versión más romántica. Kurkdjian decidió, posterior a transmitir sus conocimientos, pasar la estafeta creativa a Maïa Lernout, la nariz encargada de darle una nueva visión a la combinación original. Dispuesta a proyectar la esencia de Saab en Le Parfum Royal, conservó en el aroma de la fragancia algunas de las notas originales como pachulí y flor de azahar, sin embargo, el indiscutible giro lo proporcionan los acordes añadidos como la de esencia de mandarina, dos tipos de rosa (la turca y la búlgara), así como el neroli libanés —en homenaje al país natal del couturier creador de la casa de moda y fragancias—, para finalizar con madera de sándalo indio y vainilla.

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El diseño del frasco no podía quedarse atrás al momento de transmitir esta noble y heroica faceta, es por eso que en la botella se encuentra el recién transformado logo de la casa de Alta Costura. Ambas iniciales se funden en una elegante combinación cuyo emblema se plasma en caligrafía sobre un lujoso azul imperial, para terminar la sofisticación de la botella de vidrio con el detalle dorado debajo de la tapa.

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El aroma, el emblema y el diseño del frasco proyectan los detalles y el lujo que caracteriza todas las creaciones de Elie Saab, como los tan esperados vestidos de alta moda, es por eso que la modelo encargada de protagonizar la campaña no podía ser nadie más que Blanca Padilla. Y es que la relación del modisto con la top, comenzó hace más de cinco años, desde el 2014 cuando la española debutó en la semana de la moda de Alta Costura de la mano del diseñador libanés. En las imágenes que acompañan este lanzamiento de #LeParfumRoyal, Blanca porta una creación Haute Couture en chiffon azul transparente que permite que se plasme en las fotografías la suavidad y la caída del vestido, casi como si pudiera percibirse cada movimiento que realiza. Y qué mejor paisaje para transmitir la audacia de esta nueva creación que el Palais-Royal en París; sin duda, la locación más adecuada para proyectar realeza y distinción, pues al igual que los vestidos y fragancias de Elie Saab, cada detalle expuesto en el recinto tiene muchas horas de dedicación y esfuerzo detrás.

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