El primer amor de tu vida siempre vas a ser tú. Estar bien contigo es el primer paso para ser feliz, para estar bien con las personas que te rodean y para tomar decisiones que te beneficien en todo sentido. Esta felicidad es proveniente de querernos a nosotros y nuestras vidas tal cual son. Sin embargo, el amor propio no se obtiene de un momento a otro, el secreto está en pequeños hábitos diarios, que al ir adoptando irán transformando tu realidad, llenándola de motivación, inspiración y plenitud.

El amor propio es bienestar, más que ser una acción, es un estado que termina por proyectarse en todos los campos de la vida y define la capacidad que tenemos de valorarnos, de aceptarnos como somos y de abrazar no solo nuestros logros, sino igual nuestros errores, practicar el perdón y compasión a cuando nos equivocamos y darnos cuenta de que nosotros creamos nuestra realidad a partir de los pensamientos que tenemos. No hay una receta mágica para el amor propio, pero compartiremos contigo siete pasos que pueden ser de gran utilidad para que implementes en tu día a día.

Guía para trabajar en el amor propio

1. Conecta con tu cuerpo.

Escúchalo, ¿qué sientes? ¿qué piensas? ¿qué deseas? Cuando te levantes por la mañana regálate cinco minutos antes de ver el celular o hacer cualquier otra actividad y analiza todos los pensamientos que pasan por tu mente, incluso puedes anotarlos si lo deseas. Este hábito te cambiará el día por completo y te ayudará a conectar con tus necesidades. Nutre a tu cuerpo conscientemente, ¿qué necesita para funcionar a lo largo del día?

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El cuerpo es sabio, sigue tus antojos, son una señal que tiene el cuerpo para pedirte los nutrientes que necesita. Trata de hacerlo con las opciones más saludables posibles, optando por ingredientes naturales que te harán sentir de maravilla.

2. Elige tus afirmaciones diarias.

Así como le hablas a la persona que más quieres de este mundo, debes hablarte a ti mismo. Es una práctica a la que la mayoría de la gente no está acostumbrada, sin embargo, la repetición de afirmaciones positivas tiene la capacidad de motivar y programar la mente a nuestro favor. Recitarlas en voz alta frente a un espejo, es un hábito que refuerza nuevas creencias sobre nosotros mismos y puede resultar en un cambio significativo. Si tú te lo crees, el mundo lo hará.

3. Pon tus límites.

Son reglas internas que ponemos dentro de las relaciones, van desde saber decir que no cuando verdaderamente no queremos hacer algo, hasta conocer las necesidades y deseos personales y poder comunicarlos. Hay distintos tipos de límites dependiendo de la situación: emocionales, físicos, sexuales; pero es fundamental tenerlos claros y saber qué tratos vas a permitir dentro de las relaciones y cuales no.

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4. Practica algún deporte o ejercicio.

Hacer ejercicio libera endorfinas, la hormona que genera bienestar y una sensación de felicidad. Encontrar un deporte o ejercicio de tu agrado, es de vital importancia para la salud y tiene efectos directos en el estado de ánimo. Además, es una forma de cuidarte y honrar tu cuerpo, siempre es importante hacerlo desde un enfoque de amor propio y aceptación, no desde el rechazo a tu figura.

5. Consiéntete.

Está comprobado que consentirse a uno mismo mejora el autoestima y ánimo, es necesario hacerlo de vez en cuando y no olvidarnos de nosotros mismos. Algunas opciones que recomendamos son: darse un baño de agua caliente con música relajante, un facial, un masaje, ir de compras o disfrutar de una comida que te encante; igualmente un día completamente para ti puede ser una experiencia muy enriquecedora.

6. Rodéate de personas que te inspiren.

Las personas con las que más cercanía tienes en tu vida, terminan por influenciar gran parte en tu forma de ser y pensar. Asegúrate que las personas que se encuentren más próximas a ti sean personas que te inspiren, que admires y te aporten herramientas que te impulsen a ser mejor. Como dijo Jim Rhon, ”Somos el promedio de las cinco personas con las cuales más nos relacionamos en nuestras vidas”.

7. Determina tus metas.

Tener metas es darle sentido a cada paso y decisión que tomes, esta misión será lo que te guíe por un camino y te ayudará a tener una visión más clara de lo que deseas ser. Cuando te planteas una meta, tiene que ir acompañada de un plan y después la acción, te ayudan a motivarte y a encontrar el para qué de lo que haces día con día. Empieza por plantearte pequeños objetivos que te ayuden a acercarte a quien deseas ser y cada vez estarás más cerca de lograrlo.