Uno de los mejores hábitos que puedes adquirir para tu salud es hacer ejercicio. Sus beneficios no solo son múltiples, sino necesarios para una vida saludable. Hacer deporte te ayuda a liberar el estrés, a pensar claramente, a fortalecer tus músculos y huesos, a controlar el peso, mantenerte sana al ayudar a combatir afecciones y enfermedades, y además, aporta felicidad de forma natural por las endorfinas que se generan durante la práctica de deporte.

Existen dos tipos de personas: las que lo hacen en la mañana y las que jamás pensarían en madrugar para salir a correr o ir al gym antes de ir al trabajo o empezar las actividades del día. Sin embargo, existen múltiples beneficios de entrenar por las mañanas tales como aumenta tu energía a lo largo del día, tener mayor concentración en tus actividades, tachar ese “pendiente” de la lista y poder llegar a relajarte por las noches, o incluso, desde el punto de vista metabólico, es recomendable hacer ejercicio físico por las mañanas, alejado de las horas de la comidas.

Para adquirir el hábito de hacer ejercicio por las mañanas y motivarte, intenta las siguientes recomendaciones.

1. Acuéstate temprano.

Si duermes lo suficiente –entre 7 y 9 horas– y estás descansada, tendrás la energía necesaria para hacer ejercicio y sobrevivir al resto del día sin problemas.

2. Antes de irte a dormir, deja todo lo del día siguiente preparado.

Tus tenis, ropa, botella de agua, snacks… Deja también lista la comida, o ropa que vayas a utilizar después de hacer ejercicio para que puedas disfrutar de ese momento que es tuyo, sin preocupaciones ni prisa, y realmente estar presente para sacarle provecho.

3. Si te cuesta salir de la cama, aleja el celular lo más posible para que tengas que levantarte.

Aleja el teléfono o reloj para que tengas que levantarte a apagarla y no presiones el botón de snooze hasta que desistas del ejercicio.

4. Elige la actividad que más te guste y que no te aburra.

Quizás el ejercicio no te gusta o te cuesta porque todavía no has encontrado TÚ ejercicio; el que te acomoda y te hace feliz. Una idea, es intentar alguna clase. Por una parte, las clases, al ser grupales, pueden motivarte más e incluso, te obligarás a permanecer toda la sesión sin abandonar a la mitad.

5. Haz de la música tu gran aliada.

Hoy en día, tienes al alcance una gran variedad de canciones y playlists para diferentes estados de ánimo o en este caso, para el tipo de ejercicio que estés realizando. Acompañar el ejercicio con canciones que te motiven hará que te diviertas mucho más y que el tiempo pase volando.

6. Hazlo en compañía.

Si tienes el compromiso de hacer ejercicio con tu pareja, una amiga o un grupo, será más difícil que abandones la rutina y que poco a poco lo conviertas en expectativa.

7. Abraza la sensación que tienes cuando terminas de hacer tu rutina.

Dedica unos minutos al mindfulness cuando termines; siente tu cuerpo, tu respiración, tu corazón… Lo bien que te sientes, el estado de felicidad que aporta. Esa será la mejor manera de seguir repitiéndolo.